El poncho es una prenda que combina casi con todo. Pruébalo con un minivestido y botas altas, con una falda larga jugando con diferentes capas, con los jeans enseñando los tobillos… 

Según su medida utilízalo como abrigo , como chaqueta como sustituto de una bufanda sobre un solo hombro.

Tiene un no sé qué que lo hace único: es cómodo, deja los brazos libres, estiliza, se mueve a tu alrededor y abriga… y si es de alpaca ni te cuento.

Porque la alpaca, que es el pelo de las alpacas, está adaptada a las condiciones climáticas extremas y cambiantes de América del Sur: sol, calor, viento y frío. 

Las fibras de alpaca son como tubos de aire super delgados, lo que les da una excelente capacidad aislante que es hasta ocho veces más cálida que la lana de oveja. Eso quiere decir que, por muy fino y ligero que sea el tejido , abriga bien. 

Además no contiene lanolina lo que la hace una buena opción si tienes intolerancia a la lana de oveja. 

Este poncho está pensado para darle el mismo uso que le darías a una chaqueta abrigosa pero con otro estilo.  Está tejido con alpaca de color gris marengo y crudo y como predomina el crudo sobre el gris lo hemos rematado con un ribete crudo. Y, como somos eminentemente prácticos, lleva un bolsillo escondido en una de las costuras para lo que puedas necesitar.